Hemos leído en la biblioteca el capítulo cuatro de Rumbo sur. Clara y su padre continúan su viaje hacia el sur haciendo auto-stop. Un profesor de instituto, José Eladio, los ha recogido con su coche y están ante las murallas de Ávila. Eso desespera a Juan al darse cuenta que están dando un rodeo que los aleja de su ruta...
¿Sabes lo que significa este rodeo? Que los ochocientos kilómetros de esta mañana se convierten en más de mil.
- ¿Y qué importa eso? -objetó José Eladio- ¿Por qué tantas prisas? ¿Es que os persiguen?
-Aún no- respondió Juan sombríamente.
José Eladio se echó a cantar una vieja canción que Clara creía haber oído a su padre cuando era pequeña:
-¡Caminante, no hay camino! ¡Se hace camino al andaaar!
Inesperadamente, contagiado por el carácter risueño de su nuevo amigo, Juan se le unió cantando también a gritos.
Clara los miró asombrada, pensando que a veces su padre era como un crío.
ALONSO, Manuel L
"Rumbo sur". pág.40
Y entonces hemos sabido que esa canción, que forma parte de la memoria sonora de los españoles de varias generaciones, es de un autor llamado Joan Manuel Serrat, quien en el año 1969 hizo un disco dedicado al magnífico poeta andaluz de la Generación del 98 Antonio Machado, donde ponía música a poemas suyos. Luego hemos escuchado la canción a la par que leíamos sus versos en la pantalla.
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