Dentro de las actividades de expresión escrita habéis realizado una que consiste en convertir la tira cómica que introduce esta entrada en una narración con diálogos. A continuación tenéis los mejores trabajos de la clase.
MADRID, INSTITUTO DE ARQUEOLOGÍA MAYA:
El profesor Víctor y su hija Carla están esperando la visita del profesor de arqueología maya de Londres. Se habían citado porque el profesor Jones había descubierto algo muy importante y quería decírselo en persona, allí estaba.
- Hola profesor Jones, le estaba esperando - dijo Víctor- Le presento a mi hija Carla.
- Hola Profesor...
- No tenemos tiempo para presentaciones, me siguen.
- ¿Quién le sigue?
- Da igual. Los mayas están vivos.
- Siempre ha habido descendientes, eso no es nada nuevo.
- No quiero decir eso, -dijo con desesperación- digo que los mayas, cuando fueron colonizados por los aztecas, construyeron una ciudad subterránea y desde entonces viven allí.
- ¿Y donde está esa ciudad exactamente?
- Cerca de Tlacotalpan, aquí, mire –dijo señalando un mapa que había en la pared.
- Papá, mira eso de allí -dijo señalando a un grupo de hombres que aparecían por la puerta.
- Son cazadores-dijo Jones- no nos harán nada malo, solo nos capturarán. Yo los detendré, encontrad la ciudad y me encontraréis a mi.
Acto seguido se abalanzó contra los tres hombres y los tiró al suelo.
- Corred e id a México; tengo el presentimiento de que os estaré esperando.
Víctor y Carla salieron del edificio con forma de pirámide escalonada y cogieron el coche, pero dos hombres más a caballo los perseguían aunque los despistaron. Fueron hacia el aeropuerto y subieron en el primer avión que encontraron a México.
Ocho horas más tarde habían llegado al aeropuerto de México. Eran las seis de la mañana según nuestro horario pero allí eran las doce de la noche por el desfase de seis horas. Cenaron en un restaurante-pizzeria italiano, después fueron a la estación de autobuses para ir a la ciudad de Tlacotalpan. Era un autobús turístico.
La ciudad era maravillosa y estaba muy bien conservada a pesar de los años. No sabían como llegar a la ciudad subterránea y decidieron empezar a buscar por las ruinas. Habían muchas pirámides y sitios donde buscar pero había una de ellas que estaba cerrada al paso así que decidieron buscar en esa. Había un túnel muy oscuro pero al final había una luz que daba a la ciudad subterránea, se quedaron sin aliento de solo verla no era como la esperaban, tenía la estética antigua pero la misma tecnología que el mundo exterior. Se adentraron en la ciudad y llegaron a lo que parecía el edificio del gobierno, entraron, y justo delante de ellos estaba Jones vestía de una forma extraña, llevaba un poncho rojo y unos pantalones verdes y amarillos.
- Hola Jones ¿Por qué vas vestido así?
- Aquí es la moda. Víctor, me voy a quedar a vivir con ellos un año, es la única opción tú también tendrás que quedarte tú y tu hija. Ven, te llevaré con el emperador para que te lo explique.
El emperador era un hombre alto, rapado y delgado.
- Nunca podréis volver a la superficie, aunque podréis quedaros aquí y os aceptaré en mi tribu pero deberéis hacer el pacto maya, debéis beber del agua sagrada -dijo pasándoles una copa a cada uno- tomároslo todo.
Se lo bebieron y el emperador dijo:
- Pero haré una excepción, si queréis volver a casa tendréis que rezar a Itzamna durante un año mientras colaboráis con el pueblo y sus habitantes ¿Aceptáis?
- ¿Estáis de acuerdo? -preguntó Víctor.
- Sí, por supuesto -dijeron Carla y Jones.
Un año después decidieron quedarse ha vivir en Toactulum. La vida allí era mucho más tranquila; tú cultivabas las verduras y cuidabas de los animales sólo con eso vivías toda la vida.
Y colorín colorado tres mayas han llegado.
- Papá, ¿he oído Toactlum?
- Sí, has oído bien.
- Es que en el insti hemos dado en clase de historia, la ciudad Toactlum, la que alberga un tesoro inmenso y todo eso.
Natalia había estudiado Toactlum y se lo sabía de memoria; dónde estaba, qué era, las trampas que tenía.... todo.
- ¿Qué sabes tú de Toactlum?- dijo el padre de Natalia, llamado Francisco, pero le llamaban Fran.
- Lo estudié esta mañana, me lo sé todo. Si queréis os puedo acompañar.
- No sé, no sé... eres demasiado joven para hacer esto- dijo el profesor Tadeo Jones, arqueólogo y aventurero.
Natalia de verdad quería ir. Y lo consiguió, pero de un método un tanto extraño, tubo que hacerle a Tadeo y a su padre muchos recados, pero valió la pena.
Una vez en India, donde se encontraba Toactlum, (que por cierto, era una ciudad perdida y desierta) se dirigieron hacia ella. Por el camino se encontraban sobre todo a personas con ya cierta edad que tenía comida de diferente tamaños y formas y decían:
-Toactlum es un regalo del cielo.
Y otra decía:
-Toactlum está hecha para nosotros.
Natalia, Fran y Tadeo sospechaban demasiado, pero lo dejaron pasar.
Tras un largo trayecto que había durado tres días y cuatro noches, por fin llegaron, a la famosa ciudad perdida(que ya no era tan perdida) Toactlum.
Entraron y vieron a mucha gente, pero entre ellos y las personas, había dos pruebas por la que tenían que pasar para llegar hasta ellas.
-Papá, iré yo primero.
Y en un abrir y cerrar de ojos Natalia cruzó una cuchilla asesina.
Luego cruzó algo más lento el padre y a Tadeo le costó mucho más, pero lo consiguió por los pelos, aunque le raspó el pantalón y se le veían bastantes los gallumbos.
Se les presentó de repente una gran hombre y les dijo que para pasar la segunda prueba tenía que adivinar una acertijo:
- ¿Cuál es la cosa más fea que habéis visto en vuestras vidas?
Tadeo reaccionó rápido:
- Tú.
Y lo dijo el de los gallumbos al aire, pero habéis acertado, podéis pasar.
Pasaron y se pusieron en cola detrás de todas aquellas personas, hasta que le tocó. ¿ y sabéis lo que le dieron?..... ¡¡¡ UN BOCADILLO!!!, por eso toda la gente que salía de ellí, salía con comida. Y eso eran los 5.000 años de riqueza, pero de riqueza para comer.
LA CIUDAD PERDIDA DE TOACTULUM
MADRID, INSTITUTO DE ARQUEOLOGÍA MAYA:
El profesor Víctor y su hija Carla están esperando la visita del profesor de arqueología maya de Londres. Se habían citado porque el profesor Jones había descubierto algo muy importante y quería decírselo en persona, allí estaba.
- Hola profesor Jones, le estaba esperando - dijo Víctor- Le presento a mi hija Carla.
- Hola Profesor...
- No tenemos tiempo para presentaciones, me siguen.
- ¿Quién le sigue?
- Da igual. Los mayas están vivos.
- Siempre ha habido descendientes, eso no es nada nuevo.
- No quiero decir eso, -dijo con desesperación- digo que los mayas, cuando fueron colonizados por los aztecas, construyeron una ciudad subterránea y desde entonces viven allí.
- ¿Y donde está esa ciudad exactamente?
- Cerca de Tlacotalpan, aquí, mire –dijo señalando un mapa que había en la pared.
- Papá, mira eso de allí -dijo señalando a un grupo de hombres que aparecían por la puerta.
- Son cazadores-dijo Jones- no nos harán nada malo, solo nos capturarán. Yo los detendré, encontrad la ciudad y me encontraréis a mi.
Acto seguido se abalanzó contra los tres hombres y los tiró al suelo.
- Corred e id a México; tengo el presentimiento de que os estaré esperando.
Víctor y Carla salieron del edificio con forma de pirámide escalonada y cogieron el coche, pero dos hombres más a caballo los perseguían aunque los despistaron. Fueron hacia el aeropuerto y subieron en el primer avión que encontraron a México.
Ocho horas más tarde habían llegado al aeropuerto de México. Eran las seis de la mañana según nuestro horario pero allí eran las doce de la noche por el desfase de seis horas. Cenaron en un restaurante-pizzeria italiano, después fueron a la estación de autobuses para ir a la ciudad de Tlacotalpan. Era un autobús turístico.
La ciudad era maravillosa y estaba muy bien conservada a pesar de los años. No sabían como llegar a la ciudad subterránea y decidieron empezar a buscar por las ruinas. Habían muchas pirámides y sitios donde buscar pero había una de ellas que estaba cerrada al paso así que decidieron buscar en esa. Había un túnel muy oscuro pero al final había una luz que daba a la ciudad subterránea, se quedaron sin aliento de solo verla no era como la esperaban, tenía la estética antigua pero la misma tecnología que el mundo exterior. Se adentraron en la ciudad y llegaron a lo que parecía el edificio del gobierno, entraron, y justo delante de ellos estaba Jones vestía de una forma extraña, llevaba un poncho rojo y unos pantalones verdes y amarillos.
- Hola Jones ¿Por qué vas vestido así?
- Aquí es la moda. Víctor, me voy a quedar a vivir con ellos un año, es la única opción tú también tendrás que quedarte tú y tu hija. Ven, te llevaré con el emperador para que te lo explique.
El emperador era un hombre alto, rapado y delgado.
- Nunca podréis volver a la superficie, aunque podréis quedaros aquí y os aceptaré en mi tribu pero deberéis hacer el pacto maya, debéis beber del agua sagrada -dijo pasándoles una copa a cada uno- tomároslo todo.
Se lo bebieron y el emperador dijo:
- Pero haré una excepción, si queréis volver a casa tendréis que rezar a Itzamna durante un año mientras colaboráis con el pueblo y sus habitantes ¿Aceptáis?
- ¿Estáis de acuerdo? -preguntó Víctor.
- Sí, por supuesto -dijeron Carla y Jones.
Un año después decidieron quedarse ha vivir en Toactulum. La vida allí era mucho más tranquila; tú cultivabas las verduras y cuidabas de los animales sólo con eso vivías toda la vida.
Y colorín colorado tres mayas han llegado.
Pol BARTRA
EL TESORO PERDIDO
En
un lugar de América del Sur,un día lluvioso hace seis siglos, un
pueblo azteca se derrumbo por el diluvio y su tesoro con el. Y
entonces un hombre llamado Indiana Jones se disponía a encontrarlo.
Un
día fue al museo de arqueología para saber más sobre el tesoro, le
preguntó a un amigo que tiene gracias a que le ayudó a buscar la
calavera de cristal, y le dijo:
-Estoy
en busca de un nuevo tesoro, el tesoro del emperador Toactum que está
en la cima del palacio. Después le preguntó Indiana Jones:
-¿Cuánto
valor tiene el tesoro?, Y le respondió su amigo:
La
leyenda dice que el tesoro son 5.000 años de riquezas.
-
Pues entonces, a qué estamos esperando- le dijo Indiana Jones.
Cuando
llegaron allí había un laberinto que estaba delante de la ciudad y
tenían que cruzarlo para poder llegar.
Empezaron
a hacer el recorrido, pero el profesor se cayó por una trampa.
Entonces Indiana Jones sabía que encontrar el tesoro lo tenía que
hacer solo. Escapó de los caimanes, de los indígenas hasta de las
flechas que le habían disparado los indígenas. Antes de llegar al
palacio, le atraparon una tribu que le metió en el palacio que lo
encerró tres días hasta que pudo escapar de los indígenas con su
látigo, dándole a una palanca que activaba unas trampillas por
donde cayeron los indígenas. Indiana Jones fue a buscar al profesor
que también estaba atrapado, con el cuchillo que le regaló un
compañero arqueólogo, pudo rescatar al profesor pero antes de
llegar al tesoro había una adivinanza que era:
Su
pico de blanda nieve
está pegadito al cielo;
tiene las faldas muy verdes
y mucho fuego por dentro.
Y porque no te despistes,
búscamelo en Tenerife.
está pegadito al cielo;
tiene las faldas muy verdes
y mucho fuego por dentro.
Y porque no te despistes,
búscamelo en Tenerife.
Hasta
que al profesor se le ocurrió un monte que se llama Teide. Y
entonces la puerta se abrió y pudieron escapar, pero los indígenas
les perseguían por robarles el tesoro. Pudieron escapar gracias a
su avioneta que estaba justamente al lado. Y expusieron el tesoro más
de 5.000 años en el museo. Y colorín colorado este cuento se ha
acabado.
Carlos O. CANTERO
Tadeo estaba entusiasmado con todo lo
que le iba contando el profesor y no dejaba de imaginarse cómo sería
la ciudad Toactlum y sobre todo con el tesoro. Pero la hija del
profesor pensaba que todo aquello que contaba su padre no eran más
que tonterías y cuentos, Así que intentó que su padre no le
contase esas tonterías a Tadeo.
-Papá, no le cuentes esas tonterías a
Tadeo.
-No hija, -dijo el profesor,- esto no
son tonterías, es algo muy serio. Llevo años intentando dar con el
paradero de esta ciudad y parece que el señor Jones es el más
indicado para encontrarla.
-Diga usted que sí profesor, -dijo
Tadeo, sin casi prestar atención a su hija. Después dijo:
- ¿Qué comentaba usted del tesoro?
-Pues eso, que según la leyenda debe
haber unos 5.000 años de riquezas acumuladas,- dijo el profesor
señalando uno de los muchos papeles desordenados que cubrían la
mesa.
-¿Y tiene usted alguna idea de dónde
puede estar oculto ese tesoro?, -preguntó Tadeo con curiosidad.
El profesor se dirigió a una
estantería cercana en la que había montones de libros también
desordenados. Los observó un poco por encima y después se acercó a
coger uno muy grande que estaba en todo lo alto. Intentó cogerlo,
pero no alcanzaba y después de varios intentos. Se giró y miró a
su hija que lo miraba con cara de pocos amigos:
-Ayudame a cogerlo,- le dijo el
profesor.
-¿Yo?, -dijo su hija enfadada - ni
hablar, de ninguna manera; he traído a Tadeo para tomar el té y a
ti no se te ocurre otra cosa que llenarle la cabeza de pájaros con
tus tonterías.
-¡Te repito que no son tonterías!-
gritó enfadado el profesor- ¿No ibas a preparar el té, a qué
esperas para servirlo?
La hija del profesor casi se desmaya.
Había servido el té desde hacía una hora, pero su padre y Tadeo no
paraban de hablar y mirar libros y papeles, de manera que ni siquiera
se habían dado cuenta de que lo había servido. Además, las tazas
y la tetera habían quedado tapadas por todos aquellos papeles.
El profesor se quedó parado mirando
fijamente a su hija, esperando que fuera a preparar el té y ella al
verlo así le gritó:
-¡Lleva servido desde hace dos horas!
El profesor miró en varias direcciones
intentando ver donde estaban las tazas, luego preguntó a su hija:
-¿Dónde está el té?
Ella dijo: -Pues ahí, (señalando la
mesa) debajo de todos esos papeles y mapas y...
En ese momento Tadeo cogió un mapa de
la mesa para mirar un punto concreto de América del Sur. Cuando lo
hizo sonó un estruendo. Eran las tazas de té que se cayeron de la
mesa estrellándose contra el suelo.
-¿Ves?, -dijo la hija a su padre, -ahí
está.
-Lo siento,- dijo Tadeo,- no las había
visto.
-No se preocupe Jones, - dijo el
profesor,- ya lo recoge mi hija, venga a ayudarme a coger este libro.
La hija del profesor miró a su padre y
después con cara muy seria dijo:
-Ni hablar, yo no recojo las tazas
rotas.
Luego dio media vuelta y salió de la
habitación muy enfadada. Mientras, Tadeo se acercó a la estantería
acoger el libro que quería el profesor. Este sopló el polvo que
tenía encima y se lo echó en la cara a Tadeo que tosió. El
profesor ni siquiera se disculpó, abrió el libro y le dijo:
-Según los estudios de un importante
explorador la ciudad Toactlum debe andar por Yucatán.
-Pues habrá que ir allí, - dijo Tadeo
que ya soñaba con las inmensas riquezas que iba a encontrar en la
ciudad perdida.
-Pero ir hasta allí cuesta mucho
dinero, - dijo el profesor.
-Por eso no hay problema,- dijo Tadeo
con una sonrisa,- el Arqueológico pondrá el dinero de la
expedición.
El profesor sonrió. Tadeo Jones estaba
dispuesto a ir en busca de la ciudad perdida que el llevaba toda la
vida tratando de descubrir.
Sin embargo Jones sabía que había
mentido, pues no era seguro que el Museo Arqueológico tuviese el
dinero suficiente para la expedición y tampoco se veía muy capaz de
convencer al director para que le diese alguna ayuda para el proyecto
del profesor. Aún así trató de disimular.
La hija del profesor volvió a entrar
con una escoba en las manos dispuesta a quitar las tazas rotas, pues
sabía que si no las quitaba ella no las quitaba nadie.
-¿Has oído?,- le dijo su padre
mientras ella cogía algunos trozos de las tazas rotas,- el señor
Jones esta dispuesto a ir en busca de la ciudad de Toactlum.
Al oírlo la hija se le volvieron a
caer de las manos los trozos de las tazas al suelo. Miró a Tadeo
enfadada, éste se asustó al verla así y trató de excusarse. Ella,
cogió la escoba, la levantó y se fue hacia él dándole escobazos
mientras decía:
-Te traigo aquí para tomar el té y
para que conozcas a mi padre y al final terminas llenándole la
cabeza de más pájaros de los que él ya tenía. Eso me pasa por
salir con alguien que está más loco que él ¡Fuera de aquí!
La hija del profesor persiguió a Tadeo
dándole escobazos hasta que lo echó de la casa, ante la mirada
atónita de su padre que veía así cómo se escapaba su única
oportunidad de encontrar la ciudad de Toactlum.
Alberto GODINO
Clara, llegaba a casa de su padre para
presentarle a su novio:
-Este es mi padre, experto arqueólogo
y matemático, es una autoridad en jeroglíficos mayas... Papá, te
presento a Tadeo Jones del museo arqueológico de Madrid.
-Encantado, es un honor-dijo Lucas, el
novio de Clara.
-Nada de eso. ¿Ha oído usted hablar
de la cuidad perdida de toactulum...?-Dijo el padre de Clara.
-¿Toactum...?-dijo Roberto
-Exacto, Toactlum. Llevo toda mi vida
buscándola. Según la leyenda Toactulm alberga un tesoro inmenso.
Aquí pone literalmente “5.000 años de riqueza”...
-UHAU.... ¡Hay que dar con ella!
-Si, si, venga, vamos a buscar
información.
-Papá, deja a Roberto tranquilo, no le
interesarán esas cosas.
-No, no, al contrario, ¡me encantan!
-Mmmmmm....
Roberto y el padre de Clara se
encerraron en una habitación grande, con polvo, y con cosas
increíbles de antiguas leyendas como libros antiguos, esculturas
pequeñas de oro...
Roberto y Carlos, el padre se Clara
empezaron a buscar información en enciclopedias, internet,
libros....
-Papá, venga salir ya, que tenemos que
hacer la comida.
-No, no déjanos un poco más aquí
dentro, hija.
Estuvieron dentro de la habitación
horas y horas.
-Hombre, ¿ya habéis salido?-dijo
Clara.
-Sí, si, ya nos vemos otro día y
seguimos con la búsqueda-dijo Carlos.
-Si, por supuesto.
-Bien, bueno pues nosotros nos vamos.
-No, esperad. Antes de irnos quiero que
sepáis que yo también quiero pasar tiempo con mi padre; pero si
estáis todo la tarde metidos hay dentro no os puedo ver.-dijo Clara.
-Vale pues, entonces siempre que
vengamos pasaremos un rato contigo y otro rato buscando
información.-dijo su padre.
A partir de ese día, cada vez que iban
pasaban tiempo con Clara y otro rato buscando información.
Siguieron buscando la cuidad durante
mucho, mucho tiempo, pero nunca la encontraron, aunque todavía no se
sabe si existe...
Carmen JIMÉNEZ
LA
CIUDAD DE TOACTLUM
-Mi
padre, experto arqueólogo y matemático, es una autoridad de
jeroglíficos mayas... papá te presento a Tadeo Jones del museo
arqueológico de Madrid.
-¡Encantado!
¡Es un honor!
-Nada
de eso. ¿Ha oído usted hablar de la ciudad de Toallero?
-¿Toacatum?
-Exacto
Toaclum, llevo toda la vida buscándola. Según la leyenda Toactlum
alberga un tesoro inmenso. Aquí pone literalmente 5.000 años de
riqueza.
-Uhau...
¡Hay que dar con ella!.
-¡Papá...!
-Dijo la hija. -¡Corre ven!
El
padre y Tadeo fueron corriendo y lo que se encontraron era lo único
que no se podían esperar, ¡UNA PUERTA A TOACTLUM!
El
padre recogió sus cosas rápidamente le cerró la boca a Tadeo que
se había quedado alucinando y entraron por la puerta que os
preguntareis por qué sabían que eran una puerta a Toactlum, pues
era porque tenía un letrero básicamente.
,Llegaron
a una jungla en la que hacía un calor insoportable.
-Pero
que calor hace... -dijo el padre que se llamaba Muño. -¿no es
verdad?
-Y
tanto como que creo que me estoy mareando.
-Vamos
por allí parece haber un camino. -dijo la hija que se llamaba
Claudia.
Siguieron
el camino pero se encontraron a unas tribus indígenas que les
cortaron el paso dirigiéndolos a una cascada.
-¡No
hay salida! -dijeron a coro.
-Sólo
hay una opción... ¡saltad!
Saltaron
y después de caer durante un minuto llegaron al agua, salpicaron un
poco y llegaron a la orilla.
-¡Por
fin!, creía que no lo conseguiríamos.
-Esos
malditos indígenas casi nos matan.
-Vámonos
este sitio no es seguro.
Desde
arriba les observaban los indígenas muy disgustados por no haber
cogido la merienda.
Los
tres se fueron río arriba hasta llegar a un barco de otros
exploradores que estaban heridos de gravedad, les contaron lo del
templo que en realidad estaba río abajo justo antes de morir los
exploradores.
Por
lo que parece los exploradores eran compañeros de Claudia y se puso
muy triste.
Ella
se quedó con ellos pero Tadeo y Muño cogieron el barco y se
dirigieron río abajo.
-Lo
siento mucho hija mía pero no podemos hacer nada por ellos.
Se
desnutrieron río abajo pero un asalto de indígenas les capturó con
el fin de asesinarlos.
La
hija se fue con sus amigos y regresaron a casa, por lo que parece el
verdadero tesoro era nada más que el desayuno la merienda y la cena
de los indígenas
Manuel J. ORTUÑO
La leyenda Toactlum
Esta historia comienza
cuando Tadeo Jones, un arqueólogo experto en jeroglíficos mayas
cree haber descubierto un tesoro escondido en algún lugar de México.
Entonces cogió todo su equipo y a su ayudante y se fueron a México.
Lo que no sabía era que alguien iba detrás de él y le seguiría a
donde fuera.
Ya en el avión
empezaron sus problemas, porque sobrevolando la jungla del Yucatán
al avión empieza a fallarle uno de los motores y hay que ponerse los
paracaídas para saltar antes de que el avión caiga. Cuando de
repente ve que alguien esta intentando robarle su mochila donde lleva
el equipo (brújulas,mapas,etc.) y le dice :
-¿Qué estas
haciendo?, esta mochila es mía
-¡Hay, perdone me he
equivocado. Pensaba que era la mía, es que es igual!
-No pasa nada.
Todos preparados para
saltar cuando el piloto dé la señal,¡ahora!, y fueron saltando uno
a uno.
Ya en tierra Tadeo y su
ayudante se separan del grupo y comienzan su búsqueda. Empiezan a
andar y notan como si alguien les observaran. Seguramente sería
alguna tribu de la zona. Ellos siguieron avanzando por la jungla
hasta que el camino se corta por culpa de un montón de piedras , que
al rodear ven que es una especie de templo y se preguntó :
-¿Será éste el que
buscamos?
El ayudante ve algo
extraño en la roca y metió su mano, empujó y se abrió un pasadizo
del que salió un indígena y le clavó una lanza al ayudante .Tadeo
le golpeó con una piedra y lo dejó inconsciente. Intentó curar al
ayudante, pero las heridas eran tan graves que no pudo salvarlo .
Tadeo con mucha pena
deja el cuerpo sin vida del ayudante allí y entra en el templo.
Siguiendo su mapa y descifrando acertijos llega hasta una sala con
agujeros en el techo y escuchó unos pasos cuando aparecieron los que
intentaron robarle la mochila :
-¡Por fin ,después de
todo has encontrado el lugar donde esta el tesoro!
-¿Quiénes sois?
-Eso da igual, ¡ dáme
el mapa!. Y te dejaremos vivir
-¡No!
Cuando camina hacia
atrás sin mirar y se apoya en una piedra y Tadeo cae por una
trampilla, la cuál da paso a la sala del tesoro, mientras que del
techo cayeron lanzas y mataron a las perseguidores de Tadeo. Él
avisa al museo para el que trabaja para que lo trajeran de vuelta a
España y una vez aquí todo el mundo que había dicho que estaba
loco le pidió disculpas.
Antonio
RODRÍGUEZ
- Sí, has oído bien.
- Es que en el insti hemos dado en clase de historia, la ciudad Toactlum, la que alberga un tesoro inmenso y todo eso.
Natalia había estudiado Toactlum y se lo sabía de memoria; dónde estaba, qué era, las trampas que tenía.... todo.
- ¿Qué sabes tú de Toactlum?- dijo el padre de Natalia, llamado Francisco, pero le llamaban Fran.
- Lo estudié esta mañana, me lo sé todo. Si queréis os puedo acompañar.
- No sé, no sé... eres demasiado joven para hacer esto- dijo el profesor Tadeo Jones, arqueólogo y aventurero.
Natalia de verdad quería ir. Y lo consiguió, pero de un método un tanto extraño, tubo que hacerle a Tadeo y a su padre muchos recados, pero valió la pena.
Una vez en India, donde se encontraba Toactlum, (que por cierto, era una ciudad perdida y desierta) se dirigieron hacia ella. Por el camino se encontraban sobre todo a personas con ya cierta edad que tenía comida de diferente tamaños y formas y decían:
-Toactlum es un regalo del cielo.
Y otra decía:
-Toactlum está hecha para nosotros.
Natalia, Fran y Tadeo sospechaban demasiado, pero lo dejaron pasar.
Tras un largo trayecto que había durado tres días y cuatro noches, por fin llegaron, a la famosa ciudad perdida(que ya no era tan perdida) Toactlum.
Entraron y vieron a mucha gente, pero entre ellos y las personas, había dos pruebas por la que tenían que pasar para llegar hasta ellas.
-Papá, iré yo primero.
Y en un abrir y cerrar de ojos Natalia cruzó una cuchilla asesina.
Luego cruzó algo más lento el padre y a Tadeo le costó mucho más, pero lo consiguió por los pelos, aunque le raspó el pantalón y se le veían bastantes los gallumbos.
Se les presentó de repente una gran hombre y les dijo que para pasar la segunda prueba tenía que adivinar una acertijo:
- ¿Cuál es la cosa más fea que habéis visto en vuestras vidas?
Tadeo reaccionó rápido:
- Tú.
Y lo dijo el de los gallumbos al aire, pero habéis acertado, podéis pasar.
Pasaron y se pusieron en cola detrás de todas aquellas personas, hasta que le tocó. ¿ y sabéis lo que le dieron?..... ¡¡¡ UN BOCADILLO!!!, por eso toda la gente que salía de ellí, salía con comida. Y eso eran los 5.000 años de riqueza, pero de riqueza para comer.
María ORTIZ
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